12 de octubre de 2018

SALP SOLICITARÁ AL MDCyT DECLARAR AL MAÍZ NATIVO COMO PATRIMONIO GENÉTICO CULTURAL DE BOLIVIA




En conferencia de prensa esta mañana (12/10/2018), la Sociedad de Arqueología de La Paz y la Fundación PROBIOMA, presentaron la carta que será remitida al Ministerio de Culturas para solicitar se declare al MAÍZ NATIVO como  PATRIMONIO GENÉTICO CULTURAL DE BOLIVIA, demanda que fue argumentada con datos que demuestran que el Bolivia es el país que posee la mayor variedad de razas y variedades de América y probablemente del Mundo.
El maíz es un cereal que fue domesticado por el hombre hace casi 10.000 años en una región de México a partir de una antigua especia denominada Teocintle, difundiéndose rápidamente por toda américa hasta llegar a las zonas andina y amazónica de nuestro país hace como 4000 a 3500 años. En la zona andina se instaló en los valles mesotermos donde se desarrollaron razas y variedades endémicas, adaptándose a las alturas del Lago Titicaca hace como 3000 años. Hoy, éste maíz es cultivado incluso arriba de los 4200 m.s.n.m. , siendo el cultivo de maíz adaptado a mayor altura en el mundo.
Merced a la movilidad de las poblaciones de chaco y amazonía, numerosas razas y variedades se desarrollaron en esa región del país, que como ocurre en la zonas de valle y altiplano, fueron de primordial importancia para el sostén alimentario de sus poblaciones. 
Sin embargo el gran valor del maíz radica en el valor sagrado que tempranamente ganó, estando en los rituales a dioses y ancestros, en las festividades locales, en los eventos sociales y como producto imprescindible en las relaciones económicas de intercambio, complementariedad y reciprocidad de pueblos y personas. 
Entidades como Tiwanaku, los Señoríos aymaras y el imperio incaico, lo tuvieron como una planta sagrada, probablemente con mayor estatus que la coca o el mullu, en su honor se hicieron monumentos, artísticos recipientes, pinturas e incluso palacios. Su consumo era principalmente como bebida (Chicha), como alimento y medicina. Llegó a ser el tercer producto más importante en la dieta de Tiwanaku, después de la quinua y la papa. 
Hoy se cuenta con 77 razas y centenares de variedades que se encuentran en grave peligro debido a la amenaza de los transgénicos, la agricultura del monocultivo de gran escala, la introducción de híbridos y las políticas de desincentivo del modo de vida comunal.
Plataformas de defensa de los productos originarios, de la comida saludable, organizaciones de productores y entidades académicas apoyan ésta iniciativa, pues se espera que con ello se preserven miles de años resumidos en el inventario genético de las razas y variedades que son heredad de las culturas vivas que habitan el territorio boliviano. 
La firma de la carta y entrega al MDCyT se efectuará el día 15 de octubre tras la realización del seminario: ¿Porque no queremos transgénicos en Bolivia?, organizada por varias instituciones, entre las cuales se encuentran PROBIOMA, la Sociedad de Arqueología de La Paz, el Movimiento Bolivia Libre de Transgénicos, el CEDIB  y el Instituto Boliviano de Investigación Forestal.
Similares actividades se desarrollarán en la capital cruceña el día 16 de octubre del 2018 con presencia de expertos internacionales que hablarán de los riesgos que entraña el cultivo de transgénicos para el patrimonio genético cultural y biodiversidad de los pueblos indígenas y campesinos.

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