El año 2011 termina siendo un año nefasto en la história de la arqueología boliviana, tras una serie de medidas gubernamentales que dejan a la arqueología y al patrimonio cultural en un estado de indefensión preocupante. Algunos de los hechos más destacados se enumeran a continuación:
- Errores administrativos, legales y técnicos determinan que la intervención de la ex- UNAR termine en un fracaso rotundo: No se determinaron con claridad las causas de la intervención, no se siguieron los procedimientos administrativos, legales y técnicos apropiados, no se determinaron responsabilidades concretas, hubo poca transparencia en el proceso, y salvo el show mediatico efectuado, no existen conclusiones conmcretas
- El relevo de Yugar por Salguero no cambió absolutamente dada, probablemente la gestión es igual o peor que el de su antecesora
- El Ministerio de Culturas desestructuró un proyecto de gran importancia para la protección del patrimonio arqueológico y cultural de la cuenca del lago Titicaca, perdiendose cerca a 3.5 millones de dolares con esta nefasta medida.
- No se llegó a concluir la Ley de Patrimonio Cultural, cuya adjudicación fue muy discutida por las anormalidades que la precedieron.
- Tras la posesión del Nuevo Director General de Patrimonio en abril del 2011, numerosos funcionarios del área técnica fueron obligados a renunciar, colocándose a otros sin las capacidades técnicas y profesionales mínimas, principalmente en la UDAM, entidad que se ha convertido en un espacio de acomodo de los amigos entrañables del actual director.
- El mismo Director General de Patrimonio, junto con un grupo de allegados suyos, trató de imponer un Reglamento Arqueológico improvisado, jurídicamente desactualizado y acomodado a los intereses de unos conocidos y viejos consultores de impacto arqueológico.
- Se implementó una suerte de "Jornadas Culturales Departamentales" para nombrar Consejos Departamentales de Culturas y un Consejo Nacional de Culturas, digitándose tal proceso desde el Estado Central, en flagrante desconocimiento de las normas vigentes y soslayando el marco legal de las Autonomías Departamentales y Municipales. La convocatoria y la conformación de participantes a estas jornadas estaba claramente dirigida a organizaciones del actual partido de gobierno, marginandose a otras organizaciones ciudadanas y sectoriales. Por suerte ésta como la anterior iniciativa tuvo tropiezos que la llevaron al fracaso.
- Se enviaron piezas arqueológicas a una exposición en Viena, Austria sólo para promover la imagen presidencial, implementando una museografia desactualizada con textos y explicaciones poco favorables a la investigación arqueológica nacional
- Hasta la fecha el Museo nacional de Arqueología y la UDAM se hallan bajo direcciones interinas, nombradas a dedo y sin la capacidad, formación y experiencia mínimas.
- El Sitio de Tiwanaku permanece sin avances respecto de lo acordado con la UNESCO, habiendose aprobado un decreto inviable, con enormes errores legales y técnicos, que no contribuye en absoluto a la solución de un problema, que desde hace más de dos años, mantiene en vilo a la arqueología de Tiwanaku, mientras los museos y el sitio en su conjunto se deterioran aceleradamente.
- Sitios como Cundisa, Samaipata, Isla del Sol, Cumaná, Pajchiri, Iskanwaya, entre muchos otros, estan siendo destruidos por la acción e inacción de las entidades gubernamentales y sociales, sin que medie autoridad y ley alguna.
Por estas y muchas otras razones, que sería largo enumerar, es que la Sociedad de Arqueología de La Paz, exigirá en enero, de manera oficial y directa a las autoridades nacionales, el cambio inmediato del Director General de Patrimonio y el lanzamiento de una convocatoria pública para llenar todos los puestos de la Dirección General de Patrimonio, la UDAM y el Museo Nacional de Arqueología.
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