En los últimos 10 años, la producción de quinua en el altiplano central ha salido de todo límite racional, pues su expansión desmedida no sólo ha destruido bofedales, aniquilado suelos y atentado gravemente contra el habitat de numerosas especies de flora y fauna nativa, sino que ha promovido la destrucción masiva de sitios arqueológicos extendidos en toda la región circunlacustre del Poopo y la zona intersalar, entre ellos el Tambo Inka de Sevaruyo, cuya edificación se halla sitiada por los cultivos de quinua, cuya siembra se efectua con el destructivo uso del arado de disco, el cual penetra hasta 80 cm por debajo de la superficie y daña severamente el registro estratigráfico, al margen de destruir los restros de estructuras arquitectónicas y funerarias que se hallan casi a flor de tierra. (ver figuras 1 al 6 tomadas por el arqueólogo Gustavo Cortéz)
Figura 1: Tambo Viejo de Sevaruyo, año 2006
Figura 2: Tambo Viejo de Sevaruyo, Año 2012
Figura 3: Deterioro en las estructuras de la Kallanka
Recientemente un equipo de arqueólogos que pasó por la región ha podido documentar severos daños en la estructura y en el terreno contiguo, alertando a la Sociedad de Arqueología de La Paz, para que denuncie o visibilice la problemática.
Resulta muy preocupante que las instancias municipales, departamentales y el propio Ministerio de Culturas no hagan absolutamente nada por proteger o conservar este invaluable monumento inkaico, simbolo del patrimonio arqueológico orureño.
Figura 4: Plantaciones de quinua, invasivas al àrea más fragil del sitio arqueológico
Figura 5: Zona trabajada con arado de disco
Figura 6: Material arqueológico afectado por la acciòn del roturado
El tambo Viejo de Sevaruyo (Alejandra Sejas 2012)
El Tambo Viejo de Sevaruyo es uno de los sitios arqueológicos más importantes de la cuenca sur del lago Poopó. En el pasado este sitio fue un espacio en el que culturas precolombinas locales se congregaban e interactuaban con poblaciones relacionadas con los valles interandinos de Potosí, los valles de Chuquisaca y del altiplano circumtiticaca (Sejas 2010). Estas relaciones además de afianzar vínculos sociales y políticos también jugaban un rol importante dentro de la economía de las poblaciones locales permitiéndoles, mediante el intercambio, adquirir bienes provenientes de los valles para complementar su dieta y/u obtener bienes exóticos.
El sitio fue registrado inicialmente por Ibarra Grasso (Ibarra Grasso y Querejazu 1986) quien le dio ya una filiación incaica. Del mismo modo, la importancia de este sitio en épocas preincaicas, motivó al Inca a construir un asentamiento de tales proporciones, que forma parte de la red de asentamientos incaicos junto con el de Quillacas y el Tambo de San Miguel de Huruquilla (Lima 2008).
El sitio Tambo Viejo de Sevaruyo se encuentra ubicado a 4 km de la localidad de Sevaruyo, a 170 km al Sur de la ciudad de Oruro, capital del Departamento del mismo nombre, a una altura aproximada de 3.700 m.s.n.m (Figura 7).
Figura 7: Mapa de localización del sitio de estudio, realizado en base a hoja SE-19-16 del IGM. Escala 1:50.000.
La cuenca Sur del lago Poopó correspondiente a una meseta altiplánica, se encuentra flanqueada al Este por la Cordillera Real u Oriental a la altura de las cordilleras de los Azanaques y Frailes. Al otro lado de esta Cordillera, en su vertiente oriental, están los valles de media altura (2000 m.s.n.m) (Montes de Oca 2005). Dadas estas características geográficas, esta zona se convierte en un paso desde los valles al altiplano y viceversa.
El sitio de Tambo Viejo de Sevaruyo se encuentra a la vera del río Sevaruyo, el cual da vida al bofedal situado al Este del sitio y rodeado de arenales que son muy apreciados para el cultivo de la quinua real. Cerca del sitio se encuentra el Cerro Gordo, cerro tutelar de Sevaruyo. El sitio tiene un área aproximada de 9.5 has., y lo primero que se divisa es su famosa kallanka que mide aproximadamente 40×10 m, la cual se encuentra bastante deteriorada; hacia el Sureste se puede apreciar claramente un muro que corre en línea recta y que delimita un lado de la plaza, también muy erosionada, asociada a la kallanka, al lado opuesto de este muro se encuentran restos de lo que parecería ser otro muro, pero que fue destruido para construir un enorme corral en épocas republicanas (Figura 8). Junto a éste se encuentran restos de al menos una kancha o R. P.C (Raffino 1993) que se compone de nueve recintos de una sola habitación. Al Este de la plaza se encuentran alrededor bases de estructuras circulares que están ubicadas en un orden aleatorio.
En el sitio existen dos sectores claros de ocupación, al Sur está el preincaico correspondiente al Período de Desarrollos Regionales y al Norte el Inca o del Período Tardío. El sector incaico principal tiene una superficie aproximada de 7.5 has., y posee alrededor de 53 estructuras; el sector preinca posee una superficie de 2 has (Figura 8)
Figura 8: Plano de distribución de las estructuras de Tambo Viejo de Sevaruyo
La región de Sevaruyo posee una prehistoria muy rica, por documentos etnohistóricos se conoce que previa a la llegada del Inca, la región estuvo habitada por la confederación Killaqa Asanaque. Esta confederación tenía un carácter multiétnico y habría sido el grupo de mayor importancia quien le dio su nombre (Saignes 1986). De acuerdo a los datos etnohistóricos se dio una relación consentida entre la confederación Killaqas-Asanaques y el Inca, mediante alianzas que otorgaban ciertos privilegios a las élites locales y estas a cambio tenían que cumplir las exigencias del Tawantinsuyu y contribuir a sus fines expansivos, en este caso prestando gente para incursiones políticas y militares hacia el Sur (Espinoza 1981).
De esta manera, el sitio de Tambo Viejo, durante la época incaica, presentó un cambio de funciones en relación al período anterior, pasando de ser un lugar en el cual se realizaban actividades domésticas ligadas a la agricultura y en el cual se congregaba gente de diferentes grupos (sean étnicos, genéricos, jerárquicos, entre otros), identificadas con ciertos estilos cerámicos (Yura, Puqui y Huruquilla) en determinadas ocasiones, a ser un sitio en el cual se realizaban ceremonias publicas a mayor escala que llevaron a la construcción de una arquitectura monumental (Sejas 2010).
Parte de los recintos que componían este importante conjunto arquitectónico aún siguen en pie, tal es el caso de la kancha, la kallanka, la plaza y algunos de los recintos cuadrangulares y circulares, los mismos que por su naturaleza se convierten en el patrimonio cultural de la región de Sevaruyo, del departamento de Oruro y de todo el país; ya que son evidencias del rico pasado precolombino de nuestra gente.
Sin embargo, el paso de los años ha ido deteriorando a este invaluable e irremplazable patrimonio cultural, que necesita urgentemente acciones de conservación y restauración, para evitar que llegue el día en que sus estructuras se destruyan. Esta preocupación también ha sido expresada por los pobladores del lugar quienes se sienten muy orgullosos de tener este monumento en sus tierras, en especial el edificio de la kallanka que se ha convertido en un símbolo de esta región, rica en la producción de quinua.
Finalmente, podemos decir que este sitio presenta un valor arqueológico muy alto, y con ayuda de investigaciones servirá para seguir generando conocimiento acerca del pasado precolombino de las poblaciones de la región, por lo que es responsabilidad de todos protegerlo y evitar que se dañe por acciones naturales o humanas.
Bibliografía
Espinoza, W. 1981. El reino aymara de Quillaca-Asanaque, siglos XV y XVI. Revista del Museo Nacional de Lima, Tomo XLV. pp. 175-274.
Ibarra Grasso D. y R. Querejazu. 1986. 30.000 Años de Prehistoria en Bolivia. Amigos del libro. La Paz- Cochabamba.
Lima, P. 2008. Interculturalidad como estrategia de control político: La relación de los Inkas con los grupos locales del sur del lago Poopó. En Memorias del I Congreso de Arqueologia de Bolivia, editado por C. Rivera, pp:131-144. IIAA-PIEB-ASDI/SAREC, La Paz.
Montes de Oca, I. 2005. Enciclopedia Geográfica de Bolivia. Editora Atenas, La Paz.
Raffino, R. 1993. El dominio Inka en el altiplano de Bolivia. En Inka. Arqueología, Historia y Urbanismo del Altiplano Andino, pp:169-212. Corregidor, Buenos Aires,
Saignes, T. 1986. En Busca del Poblamiento Étnico de los Andes Bolivianos (Siglos XV y XVI). Avances de Investigación Nº 3, MUSEF, La Paz.
Sejas, A. 2010. Cambios en las redes de interacción de las poblaciones en el sitio Tambo Viejo durante el Período Tardío: Una visión a través de la cerámica. Oruro, Bolivia, Memoria de Titulo para optar al título de Arqueóloga, Universidad de Chile, Santiago.
0 Comentarios:
Publicar un comentario