En
fecha 3 de julio del 2015 el arqueólogo Marco Irahola elevó una denuncia a
todas las instituciones municipales, departamentales y nacionales acerca de la
destrucción de más de 150 cimientos de qollqas en la localidad de Quenamari ,
municipio de Colcapirua, las cuales intenta proteger desde el año 2013, a
partir de un esfuerzo individual, llamando la atención a autoridades de la
gobernación, el propio municipio de Colcapirhua y autoridaes comunales. En un
principio se solicitó que estas estructuras, dispersas en gran parte de las
comunidades, fuera inventariada apropiadamente y que sobre esta base se elabore
un Plan de Manejo que involucre acciones de investigación, ordenamiento
territorial, protección del patrimonio, puesta en valor, y aprovechamiento
turístico que ofresca una alternativa viable para las comunidades involucradas.
Sin embargo estas iniciativas no prosperaron adecuadamente, pues mientras se discutía la viabilidad de un Plan de Manejo, una
iniciativa funesta de parte de algunos comunarios dio fin a estos importantes relictos de la actividad agroproductiva de la región en tiempos de la ocupación
inca del Valle de Cochabamba.
Sin embargo, la noticia del terrible atentado contra el patrimonio arqueológico efectuado con la destrucción del Sitio Arqueológico de las Qollqas de Quenamari, ubicado en la comunidad de Esquilan Grande del Municipio de Colcapirhua, no ha tenido mayor efecto en las entidades a cargo. El daño causado a este sitio es de gran envergadura e irreparable, originado por acciones premeditadas de algunas personas que han removido decenas de qollqas (las bases de piedra que conforman las mismas) en un área aproximada de 200 metros. En una visita realizada por Irahola al lugar el día 2 de julio del 2015 se comprobó la magnitud de un daño que no tiene precedentes y que es secuela del abandono y negligencia de las diferentes instancias encargadas de la protección y gestión del patrimonio cultural.
Demandamos desde la Sociedad de Arqueología de La Paz, que el Ministerio de Culturas, la Gobernación de Cochabamba y el propio Instituto y Museo de la Universidad Mayor de San Simón se pongan a trabajar y contribuyan a generar un precedente en el cumplimiento de la Ley, particularmente porque Cochabamba es uno de los pocos, sino el único, que cuenta con una Ley Departamental de Patrimonio Cultural.
Sin embargo, la noticia del terrible atentado contra el patrimonio arqueológico efectuado con la destrucción del Sitio Arqueológico de las Qollqas de Quenamari, ubicado en la comunidad de Esquilan Grande del Municipio de Colcapirhua, no ha tenido mayor efecto en las entidades a cargo. El daño causado a este sitio es de gran envergadura e irreparable, originado por acciones premeditadas de algunas personas que han removido decenas de qollqas (las bases de piedra que conforman las mismas) en un área aproximada de 200 metros. En una visita realizada por Irahola al lugar el día 2 de julio del 2015 se comprobó la magnitud de un daño que no tiene precedentes y que es secuela del abandono y negligencia de las diferentes instancias encargadas de la protección y gestión del patrimonio cultural.
Demandamos desde la Sociedad de Arqueología de La Paz, que el Ministerio de Culturas, la Gobernación de Cochabamba y el propio Instituto y Museo de la Universidad Mayor de San Simón se pongan a trabajar y contribuyan a generar un precedente en el cumplimiento de la Ley, particularmente porque Cochabamba es uno de los pocos, sino el único, que cuenta con una Ley Departamental de Patrimonio Cultural.
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