3 de septiembre de 2011

EDICIÓN DE NUEVO LIBRO RECUERDA QUE EL ESTADO BOLIVIANO ES INCAPAZ DE IMPONER SANCIONES SOBRE CRIMENES CONTRA EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

El pasado 25 de agosto del presente año se presentó en el auditorio de la Universidad Loyola de la ciudad de La Paz el libro: La Cultura Mollo de Yakaspata, escrito por Ángel David Alarcón Machicao, residente ambaneño y solitario luchador por el patrimonio arqueológico de su región.
El contendido del documento presenta dos temáticas importantes para la arqueología boliviana: una que es la denuncia pública acerca de la destrucción del patrimonio arqueológico de la región ambaneña, y la otra que persigue apoyar la difusión del conocimiento de la cultura prehispánica Mollo y sus generalidades. La primera sección (mayoritaria del libro de Alarcón) explica los hallazgos de evidencias arqueológicas del sitio prehispánico Yakaspata en la Provincia Camacho del Departamento de La Paz (con motivo de la construcción de un tramo caminero) y la relación de sucesos que llevaron a su destrucción y saqueo premeditado del sitio, los que derivaron en un proceso legal instaurado en contra de la empresa transgresora SILES. Acción fallida en sus resultados por la inoperancia de distintas autoridades (pertenecientes al Ministerio Público, Ministerio de Culturas y Prefectura de La Paz) y el desconocimiento de la normativa que les gobierna.
El libro de Alarcón llama poderosamente la atención de quienes sienten y se interesan por la preservación del patrimonio cultural boliviano, por cuanto no siendo especialista en temas culturales y las exigencias que demanda una edición de esta naturaleza, expresa un genuino celo y un profundo sentimiento respecto del patrimonio arqueológico de los bolivianos, destruido premeditadamente por la acción “ignara” de una empresa “constructora” de caminos (sus ingenieros, técnicos y dueños) y la tolerancia inculta de las autoridades institucionales de turno. Llámese Ministerio de Culturas, UNAR, Municipio de Tarabuco y Gobernación del Departamento.
A pesar de haber transcurrido cerca de tres años de la destrucción de Yakaspata, las autoridades relacionadas a la arqueología boliviana han dejado de lado el esfuerzo por conseguir sanción para las personas e instituciones responsables, ejemplificando con ello, que la destrucción del patrimonio arqueológico y cultural en Bolivia no es de interés genuino de sus autoridades, y que esta clase de actos funestos para este patrimonio, operativamente no es todavía sancionable como lo señalan las normas vigentes. En consecuencia, debe existir una reflexión de quienes dirigen las instituciones vinculadas al patrimonio arqueológico correspondiente, en sentido de si se cumple la función para la que están representando y cómo su trabajo puede ser permanentemente perfectible.

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